Hace unos días estuvimos escribiendo la carta familiar a los Reyes Magos, y entre camisas, juegos de mesa y muñecos de Star Wars, vino a mi mente un capricho singular que, creo, vendrá bien para templar mis nervios en esos momentos de estrés a los que toda madre tiene que enfrentarse una o dos veces… por hora.

“Yo me pido un libro para colorear”, dije con decisión. “Pero mamá, de esos tenemos muchos en el cajón de las manualidades”, comentó el pequeño escribano. “Es que tiene que ser para mayores”, concreté. Papá, que me miraba con cara de interrogante, encendió su tablet y empezó a buscar en Google con incredulidad. Y allí estaban, decenas y decenas de ejemplos, todos con la coletilla “antiestrés” etiquetada en lo más profundo de su ser.

Porque, aunque parezca mentira, colorear relaja. Siempre que lo hagas sin fechas de entrega, claro. Sólo poner color por placer, dejando que el cerebro se concentre en las imágenes a las que se quiere dar vida con un montón de lápices y un poco de imaginación. Es una práctica que se está convirtiendo en tendencia y que ha generado un nuevo nicho de mercado en el sector editorial.

Uno de sus baluartes tiene nombre de mujer: Johanna Basford. Esta escocesa ha convertido sus dos primeras obras, El Jardín Secreto y El Bosque Encantado, en best sellers mundiales. Un calificativo que, por lo que se ve, pronto tendrá también su último volumen, El Océano Perdido, a la venta desde el pasado mes de octubre. Árboles, flores, animales silvestres, peces, largas enredaderas, pájaros de amplios plumajes… fauna y flora en blanco y negro que espera recibir su nota de color.

Entre los tres libros se ofrece al ‘coloreador’ más de 200 láminas distintas con las que distraerse. Y aunque su gracia radica en que cada uno improvise, lápiz en mano, si se necesitase un empujón la autora tiene su propio canal de Youtube con tutoriales como el que aquí os dejamos:

Aunque son los más famosos, los de Basford no son los únicos del mercado. La colección The Art Therapy, de Richard Merritt, también ha tenido gran acogida. Sus libros se han vendido como churros en Amazon, y se consideran una terapia eficaz para desestresarse no sin motivo. Este ilustrador británico plasma imágenes que transmiten paz y sosiego, no sólo de animales salvajes como tigres y leones en actitud solemne. Diferentes culturas, etnias y costumbres se representan en sus láminas, ricas en detalles y ávidas de color.

Por otra parte, la editorial francesa Le Ballon tiene a la venta su línea ‘El país de la paz’, con dibujos menos detallistas, más toscos pero no por ello sencillos.

Seres Fantásticos, Esqueletos Graciosos, Gatitos Adorables y Postres Deliciosos son los cuatro volúmenes que lo conforman, con unas 60 láminas cada uno, y tienen como público objetivo a niños que ya no son tan niños (7-8 años), aunque también son eficaces con aquellos adultos que no tienen paciencia con las enrevesadas figuras de Basford y Merritt. Como los anteriores, tienen la sana intención de ofrecer un agradable rato de paz y concentración y de desarrollar la creatividad de aquel que se lance a dar vida a sus imágenes.

Además, sus láminas de papel grueso pueden colorearse con rotulador sin miedo, y pueden arrancarse fácilmente si el ‘coloreador’ así lo necesitase.

Si estáis estresados y atacados, quizás deberíais afilar vuestros lápices antes que vuestros cuchillos y probar con la terapia del arte. ¿A qué esperáis para anotarlo en la carta de Sus Mágicas Majestades?

¡Feliz año!! y que os traigan muchas cosas los reyes… sobre todo altas dosis de imaginación, creatividad, ilusión y cariño.

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